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Lactancia y vuelta al trabajo

Volver al trabajo después de ser madre marca una nueva etapa, cargada de emociones encontradas. Es normal sentir alegría por recuperar una parte de tu rutina y, al mismo tiempo, angustia o culpa por separarte de tu bebé. 

Muchas madres se preguntan si podrán seguir amamantando una vez se reincorporen. La respuesta es sí: es posible continuar con la lactancia y mantener ese vínculo tan especial, incluso cuando el entorno cambia.

Como enfermera neonatal y asesora de lactancia certificada IBCLC, acompaño a muchas madres que se enfrentan a esta transición. A continuación, te doy las claves para planificar esta etapa, conservar tu producción de leche y cuidar el lazo con tu bebé sin renunciar a tu deseo de lactar.

La importancia de la preparación previa

La clave para una vuelta al trabajo tranquila y sostenible está en la anticipación. Lo ideal es empezar a preparar la transición al menos un mes antes del regreso. 

Te recomiendo valorar la opción que mejor se adapte a ti: hacer extracciones para mantener tu producción, introducir alimentación complementaria si tu bebé cumple los requisitos o hacer un destete parcial si lo deseas.

Si decides hacer extracciones para mantener tu lactancia materna, aquí te dejo una guía que puede ayudarte.

Elegir un buen extractor

La elección del sacaleches es fundamental para que la extracción sea cómoda y eficaz. Existen distintos tipos:

  • Manual: útil para extracciones ocasionales o viajes.
  • Eléctrico simple: recomendable si haces 1-2 extracciones al día.
  • Eléctrico doble: ideal para uso frecuente, más eficiente y rápido.
  • Inalámbrico: ideal para usar en el trabajo.
  • Enchufable: normalmente más potentes.

Es importante que el extractor tenga una copa del tamaño adecuado para tu pezón y que lo uses en un entorno cómodo. Una extracción no debería doler ni dejar el pecho irritado.

¿Cuándo empezar a extraer leche?

Lo recomendable es comenzar tres semanas antes del regreso al trabajo. Puedes hacer una extracción diaria tras una toma (por ejemplo, después de la toma de la mañana aprovechando el pico de prolactina, la hormona encargada de producir leche).

Recuerda: tu producción se regula según la demanda. Extraer no solo sirve para almacenar, sino también para enviarle a tu cuerpo el mensaje de que debe seguir produciendo. No se trata de llenar el congelador, sino de que tú y tu bebé ganéis confianza en este nuevo ritmo.

Cómo conservar la leche extraída

Una vez extraída, la leche puede conservarse así:

  • A temperatura ambiente (hasta 25 °C): 4 horas.
  • En nevera (0–4 °C): hasta 4 días.
  • En congelador (-18 ºC): hasta 6 meses.

Utiliza recipientes limpios (de vidrio o plástico libre de BPA de uso alimentario, como bolsas o botes) y etiqueta cada uno con la fecha de extracción y la cantidad. Descongela siempre la leche más antigua primero en un bol con agua o dejándola la noche antes en la nevera y nunca la recalientes en el microondas, mejor hazlo al baño maría pero sin llegar a hervir.

Durante tu jornada laboral: organizar las extracciones

Para mantener la producción y evitar molestias, es aconsejable hacer entre 1 y 3 extracciones durante la jornada laboral, según las horas que pases fuera de casa. Algunas claves:

  • Busca un lugar tranquilo e higiénico donde puedas extraer sin interrupciones.
  • Ten a mano una bolsa térmica o una nevera portátil y bloque de hielo para transportar la leche.
  • Mira una foto o vídeo de tu bebé: puede ayudarte con el reflejo de eyección.
  • Usa un sujetador especial de extracción si lo necesitas para mayor comodidad.

La legislación en España contempla una hora diaria de permiso por lactancia hasta que el bebé cumpla 9 meses. Puedes acumularla, reducir jornada o solicitar condiciones especiales: conócelos y haz valer tus derechos.

¿Cómo alimentar al bebé en tu ausencia?

Hay varias formas de ofrecer la leche materna cuando no estás:

  • Vasito o cuchara: ideal para bebés menores de 6 meses si se prefiere evitar tetinas.
  • Jeringa-dedo o sistema dedo-sonda.
  • Biberón (con tetina de flujo lento).

Es importante que la persona que lo cuide sepa que la alimentación no es solo nutricional: también es afecto, consuelo y contacto. Por eso es buena idea que las tomas sean tranquilas, en brazos, y sin prisa.

Mantener el vínculo al volver a casa

Aunque te hayas separado varias horas, la lactancia os ofrece la oportunidad de reconectar física y emocionalmente. Muchos bebés buscan el pecho con más frecuencia por la tarde o la noche: esto es completamente normal.

No hay una sola forma de equilibrar trabajo y maternidad, pero respetar el ritmo de ambos y adaptar las rutinas puede ayudarte a mantener esa conexión tan única.

¿Y si mi producción baja?

Es común que muchas madres noten una bajada de leche al reincorporarse. Esto puede deberse al estrés, la separación o extracciones irregulares. Algunas estrategias para mantenerla:

  • Extrae leche con frecuencia (cada 3-4 horas).
  • Realiza extracciones nocturnas si lo toleras.
  • Estimula el pecho aunque no salga mucha leche.
  • Hidratación, descanso y alimentación equilibrada.
  • Acompañamiento profesional si necesitas revisar técnica o estrategias.

Si tu producción se reduce temporalmente, no es un fracaso: tu cuerpo es sabio, y muchas veces se recupera con cambios sencillos y un poco de apoyo.

Volver al trabajo no significa renunciar a la lactancia. Con planificación, apoyo y pequeños ajustes, puedes seguir ofreciendo a tu bebé lo mejor de ti y mantener vuestro vínculo intacto. Si estás a punto de reincorporarte y tienes dudas o dificultades, puedes contar con mi acompañamiento. 

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